Dos amigos se encuentran, y uno de ellos está todo arañado por la cara, así que el amigo le pregunta:
— Qué le paso, parce?
— Nada, fue al salir de la casa que resbalé en el jardín.
— Pero si vives en un edificio.
— Ah no, fue que me caí de la moto.
— Si la vendiste hace un año.
— Ah! ya, mi mujer que se le fue la mano.
— Pero si estás divorciado.
— Bueno, ya, el gato es mío y me lo culeo cuando yo quiero!