Anita era la más buena del pueblo, la que mejor lo meneaba y la que se lo daba a todos los manes del barrio.
Un día llega a su casa y su mamá le cuenta que no hay nada que comer y ella dice:
- Tranquila, mamá ahorita salgo y consigo algo.
En lo que sale, ve venir a lo lejos a Jaimito con tres gallinas y piensa:
- Listo, a este idiota le quito las gallinas. Se arregla el pelo, los se-nos y se acerca Anita y le dice con voz sensual:
- Jaimito, regálame las gallinas.
- No, esas son mis gallinas. Ella sigue insistiendo hasta que Jaimito le propone:
- Bueno, si me dejas chuparte una te-ta te doy una gallina. Indignada, Anita le contesta:
- Estás loco! Por una gallina no
- Bueno, entonces me voy.
Anita al recordar a su familia cede:
- Está bien, vamos a aquel árbol. Se saca una te-ta y Jaimito comienza a chupar… Much, much, much. Después de eso, la joven se arriesga:
- Por qué no me das otra gallina?
- No, esas son mis gallinas
- Anda, dame otra gallina
- Bueno, si te dejas mamar otra te-ta.
- Ahh vida hpta!, está bien, total ya me chupaste una. Anita se saca la otra te-ta y Jaimito:
- Much, much, much… Mientras Jaimito estaba en lo suyo, Anita le dice:
- Dame la otra gallina, qué vas a hacer con una sola?
- Bueno, si te dejas chupar la cho-chi-ta.
Anita se queda pensando y acepta… Y Jaimito empieza a chupar; Anita comienza a agitarse, a gemir y gritar. Toda ex-ci-ta-da le suplica:
- No aguanto, mé-temelo, Jaimito! ¡Mé-temeloooooo!… Y dice Jaimito:
- Si me das mis tres gallinas
- Cógelas papi, cógelas!

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